Un mundo dentro de un mundo, somos piezas en constante cambio, emergiendo y expandiéndose, afrontando o escapando, buscando un fin o un comienzo, descubriendo y redes-cubriéndose, algunas veces con gran habilidad para adaptarse a las circunstancias y llegar a formar una estructura que se acopla y que necesita de otra para sostenerse de forma mutua.